¡Llegó el buen tiempo! Y con el empieza la temporada de piscina y playa y de mirar cachivaches varios: toallas, bañadores con protección solar, mochilas, gafas de sol…
Hoy nos vamos a centrar en un básico para todos los que tenemos niños, los flotadores. ¿Conoces los tipos que hay y cuales son más seguros? Vamos a analizarlo.
¿Qué tipo de Flotadores hay?
Vamos a ver los diferentes accesorios que podemos encontrar en el mercado con sus ventajas e inconvenientes para pasar posteriormente a analizar cual es la mejor opción para nuestro peque.
Lo principal que debemos tener en cuenta es que esto ¡Nunca sustituye a nuestra presencia! Debemos estar en todo momento con ellos en el agua.
Flotador redondo
Hasta hace unos años el flotador redondo era la estrella de las piscinas, de hecho sigue siendo un éxito pero en un tamaño mucho mayor pensado para adultos.
Para los más pequeños se ha desaconsejado su uso por su peligrosidad. Si el niño se inclina hacia delante puede volcar quedando la cabeza bajo el agua. El ministerio de Sanidad avisó de sus riesgos hace ya unos años y en algunas piscinas los socorristas piden a los padres que no los utilicen.
Después de estos flotadores apareció un modelo similar que incluye una braguita para sujetar al niño y que no se pueda colar por el flotador.
Es una opción más segura, porque se ha desarrollado para que no pueda volcar, pero solamente servirá para que el niño pase un rato en el agua pataleando ya que no tendrá libertad de movimiento y además se puede pinchar con facilidad.
Manguitos

¡Un clásico! ¿Quién no ha tenido unos manguitos de pequeño? Fueron el sustituto del flotador porque daban más libertad a los pequeños y era más difícil perderlos en el agua.
Aún así, tampoco es una buena opción para aprender a nadar ya que dificulta el movimiento de los brazos y hay que tener especial cuidado de que no se pinchen.
Es esencial al escogerlos que la talla sea adecuada para el niño, ya que si queda holgado es fácil que lo pierda en el agua. Los hinchables se pueden pinchar con facilidad, por lo que si elegís esta opción yo os recomiendo los de poliestileno.
Estos últimos, además, permiten ir retirando los círculos a medida que el niño se maneja mejor en el agua.
Chaleco Flotador

El chaleco flotador es el elegido por el Ministerio de Sanidad como el accesorio más seguro para garantizar la flotabilidad de los mas peques, pero podemos encontrar diferentes modelos dependiendo de lo que busquemos.
Algunos chalecos están centrados en garantizar que el niño no se hunda, contando con una flotabilidad muy buena pero limitando algo más su libertad de movimiento. Otros, están ideados para que el niño aprenda a nadar, pero no ayudará tanto a que flote porque lo que debemos tener mucho cuidado si no sabe nadar.
Encontramos un modelo de aprendizaje en concreto que nos permite ir quitando módulos de flotación para que el peque se vaya adaptando y aprendiendo a nadar.
También en este caso es esencial escoger la talla correcta para que no pueda salirse el chaleco. Algunos de ellos cuentan con una tira entre las piernas para evitar que salga por la cabeza.
Además debemos tener en cuenta que, hasta que aprenden a manejarse, es posible que se inclinen hacia delante al llevar el chaleco.
Burbujas, tablas, churros…

Estos accesorios están diseñados para que el niño mejore su técnica de nado, pero están destinados a niños más mayorcitos que ya controlan un poco el movimiento en el agua.
Debemos tener cuidado con estos accesorios por varios motivos. La burbuja va atada a la espalda, por lo que debe ser para niños que ya sepan mantenerse horizontales en el agua con la cabeza levantada.
Las tablas y los churros sirven para ayudar un poco pero realmente no dan seguridad porque se pueden escapar muy fácilmente, por lo que el niño no debe depender de ellos para flotar.
Resumen
Debemos tener claro lo que estamos buscando antes de decantarnos por una opción. Si es un bebe muy pequeño y solamente queremos que pase un ratito en el agua podemos optar por el flotador con braguita con vigilancia constante.
Si es algo más mayor pero seguimos buscando un accesorio solo de ocio, podemos elegir los manguitos de poliestileno o el chaleco lúdico.
Si por el contrario buscamos que aprenda a moverse en el agua, optaremos por un chaleco que le permita movimiento o uno evolutivo al que podamos ir quitando flotadores.
Si el niño ya sabe nadar y queremos simplemente una ayuda, podemos elegir una tabla o un churro.
En cualquier caso, hay varias cosas que debemos de tener en cuenta independientemente de la opción que elijamos.
- ¡Siempre con Vigilancia! Aunque hayamos elegido una opción que mantenga muy bien la flotación no debemos dejar al niño sin supervisión.
- Revisar muy bien la talla y los pinchazos. Si el accesorio queda grande o se pincha (si es hinchable) se pueden salir.
- ¡Mucho cuidado con las colchonetas! Es fácil que el niño se caiga y quede debajo. Si no se maneja bien esto puede ser un gran problema…
No me quiero despedir sin recordaros que está desaconsejado que los menores de 6 meses vayan a la playa y que para los demás es muy importante también la protección frente a los rayos del sol.
Si quieres más información, te recomiendo este curso de la Tribu Criar con Sentido Común en el que hablan de todas las precauciones a tener en cuenta en verano.
¿Qué tipo de medidas de seguridad utilizáis vosotros en la piscina? ¡Cuéntamelo en los comentarios!