embarazada

Después de guardar reposo desde la semana 33 a la 37 porque Tristán estaba muy encajado, finalmente en la semana 39 me tuve un parto inducido por preeclampsia. En la revisión de monitores de la semana 39 notaron que mis tensiones eran elevadas, como os conté en otro post, y al día siguiente al hacer el control por la mañana estaba por encima del límite y tuvimos que acudir a urgencias.

Preeclampsia

tensiómetro

Durante todo el embarazo tuve la tensión más alta de lo habitual, pero como no superaba los 140/90 no me hicieron ningún control especial. En la revisión de monitores tenía 130/90 y después bajo a 130/80 por lo que me mandaron tomar a diario la tensión durante una semana y acudir a urgencias si superaba los 140/90.

Al día siguiente me levanté con 150/97, tuvimos que preparar las maletas (por si acaso) y bajar a urgencias. Allí mi marido se tuvo que quedar fuera en la sala de espera y yo entre a monitores donde me hicieron un test de orina y estuve más de una hora controlando al bebe, las contracciones y mi tensión.

Cómo la prueba de orina indicó que perdía proteína en la orina se confirmó la preeclampsia y nos indicaron que al día siguiente me inducirían el parto. Nos hicieron la PCR a mi marido y a mi y nos dieron el volante para ingresar el 5 de Febrero a las 8 de la mañana.

Parto inducido

embarazada

El día 5 entramos en el hospital a las 8 de la mañana. Mi marido pudo entrar conmigo porque ya nos íbamos a quedar ingresados y teníamos los dos los resultados del PCR negativos. Tras una hora en monitores en la que hubo alguna contracción leve me colocaron el propess y me dejaron otra hora para controlar.

Parto inducido con Propess

El propess se utiliza cuando el cuello del útero aun no está favorable. La dinoprostona, que es lo que lleva el propess, ayuda a la maduración del cervix facilitando la posterior inducción al parto. La respuesta de cada persona y en cada embarazo a esta medicación es distinta.

En mi primer embarazo al poco tiempo de colocarlo empecé a tener contracciones y rompí bolsa lo que hizo que el parto se desencadenase muy rápido. En esta segunda ocasión, sin embargo, estuve 10 horas con el propess colocado y teniendo alguna contracción que por la tarde eran bastante seguidas (cada dos minutos) pero muy suaves y no consiguieron ablandar el cuello.

En el hospital San Pedro de Logroño hay habitaciones para dilatación, en las que permaneces si el trabajo de parto se ha iniciado y esta avanzado, pero si la cosa va para largo subes a planta y vuelves a bajar a la zona de partos cuando se acerca el momento.

Nosotros estuvimos todo el día en la habitación de planta, hasta las 9 de la noche cuando baje a monitores y me retiraron el propess. Me indicaron que la medicación no había tenido ningún efecto y, si no había novedades por la noche (que no las hubo) aprovechase para descansar y al día siguiente bajaría de nuevo a la zona de dilatación y ya nos quedaríamos allí hasta que naciese Tristán.

Oxitocina

Al día siguiente nos tocó una matrona muy maja a la que estamos muy agradecidos por su trato y por como intentó respetar en todo momento nuestras preferencias. Lo primero que hizo al entrar en la habitación fue preguntarme si tenía plan de parto, cuales eran mis expectativas, cómo quería que fuese el parto y si quería dar lactancia materna.

Yo le dije que quería un parto lo menos intervenido posible, dentro de que al ser inducido tenía claro que iban a tener que medicarme y posiblemente tomar otras medidas, y que mi miedo era que acabase en cesárea después de que el propess no hubiese hecho efecto.

Me explico todo perfectamente, como iba a proceder a poner la oxitocina y las opciones que teníamos, y me tranquilizó mucho. Me indicó que había muchas embarazadas que no reaccionaban a la dinoprostona pero que después con oxitocina o rompiendo la bolsa conseguían un parto vaginal.

Me colocó los monitores durante unos 20 minutos y me pusieron la vía. Se apreciaba alguna contracción suelta pero yo casi no las notaba. Sobre las 9 y media empezaron a ponerme oxitocina por gotero y, como me habían ofrecido el monitor inalámbrico, me dejaron levantarme y empezar a dar vueltas y usar la pelota.

Las contracciones no aumentaban con la oxitocina por lo que fueron subiendo la cantidad. Estuve así hasta las 11 y viendo que no conseguíamos avanzar la matrona llamo a la ginecóloga que me explico que las opciones eran romper la bolsa (aunque podía ser algo molesto al tener el cuello sin borrar del todo) o subir mucho la dosis de oxitocina y poner la epidural para evitar dolores muy fuertes.

Rotura de bolsa

Decidí que prefería romper la bolsa y esperar que el parto se desencadenase de esa forma y en mi caso funcionó, aunque no tiene porque ser así. A las 11 me quitaron la oxitocina y me rompieron la bolsa de forma artificial, con las indicaciones de la ginecóloga sobre como posicionarme fue algo molesto pero muy rápido.

A las 11:10 tuve la primera contracción fuerte ¡Menuda diferencia con las anteriores! Y empezaron a ser cada 2 minutos y bastante largas. A las 11:45 pedí la epidural. El anestesista vino muy rápido y a las 12 me pincho en la propia habitación de dilatación. Cuando volví a tumbarme me dijeron que tenía que empezar a notar hormigueo y contracciones muy cortas pero… ni una cosa ni otra. No había funcionado.

Expulsivo

Si el parto se hubiese alargado no se si me hubiesen intentado volver a poner la epidural, pero tras 4 contracciones supe que Tristán quería salir ya. Cómo no tenía ningún tipo de anestesia mi cuerpo hacía todo, cuando venía la contracción no podía evitar empujar.

El ritmo del bebe se alteraba al empujar así que llevaron la camilla al quirófano, que estaba justo enfrente, por precaución. Les dio el tiempo justo para pasar, que mi marido se pusiese la bata y Tristán nación a las 12:17, una hora y 7 minutos después de la primera contracción fuerte.

Fue una experiencia muy especial. Las contracciones fueron muy dolorosas pero el notar todo el proceso del parto fue una pasada. Nada más salir me lo colocaron encima esperando para hacer pinzamiento tardío del cordón. Le ofrecieron a mi marido cortarlo pero le dio cosilla.

Tristán estuvo todo el tiempo conmigo, salvo el minuto en el que estaba pasando a la camilla del quirófano para poder coser el pequeño desgarro que tuve, en el que aprovechó la pediatra para echarle un vistazo y me lo volvió a colocar encima.

Tras esperar los 3 juntos en el quirófano a que saliese la placenta y me pusieran los puntos nos pasaron de nuevo a la habitación de dilatación donde estuvimos una hora y media mas o menos hasta subir a planta. En cuanto entramos en la habitación la misma matrona que me atendió en el parto vino a comprobar el agarre al pecho, ya que le dije que con Bastian tuve muchos problemas.

Comprobó que el bebé tenía una buena postura y nos dejo solos disfrutando del momento. Aun así hemos tenido problemas con la lactancia por un frenillo, pero eso lo contaré en otra ocasión.

Mi segundo parto

Tanto en mi primer parto inducido como en el segundo mi miedo era que acabase en cesárea pero en ambos casos, sobre todo en el de Tristán, la cosa fue mucho mejor de lo que esperaba. Cada parto es único, pero espero que mi experiencia pueda ayudar a otras embarazadas que se encuentren en la misma situación.

No he hablado nada de como ha afectado el COVID a mi experiencia de embarazo y parto, eso lo contaré en otro post, pero muchas embarazadas tienen la duda de si tendrán que dar a luz con mascarilla y en mi caso si que fue así pero sinceramente ni me acorde de ella. No me molestó para nada y en la habitación del hospital estaba sin ella salvo cuando entraba algún médico o enfermera.

¿Tu parto fue inducido? Te animo a que nos cuentes tu experiencia en comentarios para ayudar a otras futuras mamás

por Celia

Un comentario en «Cómo fue mi segundo parto, inducido por preeclampsia»

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